Oferta agregada a corto plazo
Es necesario recordarlos, ya que el periodo de tiempo marca una gran diferencia en la forma en que la empresa puede reaccionar a los cambios de circunstancias. A corto plazo, su capacidad es fija, por lo que lo único que puede hacer es emplear más factores variables. No pueden ampliar la escala o el tamaño de la empresa. A largo plazo, sin embargo, sí pueden hacerlo. Hemos puesto la palabra escala en negrita porque es importante: las economías de escala sólo se producen a largo plazo. A corto plazo, los rendimientos de un factor son decrecientes (porque la empresa sólo puede modificar el factor variable).
En teoría, a corto plazo, los costes medios de una empresa deberían disminuir a medida que aumenta su producción. Los costes fijos son constantes, por lo que se reparten cada vez entre más producto. Sin embargo, en la realidad, los costes medios pueden disminuir inicialmente, pero a un ritmo decreciente. Se alcanzará un mínimo y los costes medios empezarán a aumentar. Este es el trasfondo de la ley de los rendimientos decrecientes.
Esta teoría apoya la forma de las curvas de costes marginales y medios. Ambas curvas tendrán forma de U, ya que, al final, los rendimientos decrecientes harán que aumenten los costes. Al principio, los rendimientos crecientes hacen que tanto el CA como el CM disminuyan, pero una vez que los rendimientos decrecientes se establecen, ambas curvas empiezan a aumentar de nuevo. Las curvas MC y AC se muestran en las figuras 2 y 3, aunque volveremos a ellas con más detalle en la sección siguiente.
¿Qué es el corto plazo en economía?
El corto plazo es un término utilizado a menudo en economía, describe un periodo futuro durante el cual un insumo es fijo mientras que otros son variables. La variación de los insumos se debe a que el tiempo disponible no es suficiente para que todos los insumos cambien, por lo que algunos insumos son fijos mientras que otros cambian.
¿Qué es la economía a corto y a largo plazo?
En macroeconomía, el corto plazo se define generalmente como el horizonte temporal en el que los salarios y los precios de otros insumos de la producción son “rígidos”, o inflexibles, y el largo plazo se define como el periodo de tiempo en el que los precios de estos insumos tienen tiempo de ajustarse.
Equilibrio a largo plazo
En economía, el largo plazo es un concepto teórico en el que todos los mercados están en equilibrio y todos los precios y cantidades se han ajustado plenamente y están en equilibrio. El largo plazo contrasta con el corto plazo, en el que existen algunas restricciones y los mercados no están totalmente en equilibrio.
Más concretamente, en microeconomía no hay factores de producción fijos a largo plazo, y el tiempo de ajuste es suficiente para que no haya restricciones que impidan modificar el nivel de producción cambiando el stock de capital o entrando o saliendo de un sector. Esto contrasta con el corto plazo, en el que algunos factores son variables (dependen de la cantidad producida) y otros son fijos (se pagan una vez), lo que limita la entrada o salida de una industria. En macroeconomía, el largo plazo es el periodo en el que el nivel general de precios, los tipos salariales contractuales y las expectativas se ajustan plenamente al estado de la economía, en contraste con el corto plazo, en el que estas variables pueden no ajustarse plenamente[1][2].
La diferenciación entre modelos económicos a largo y a corto plazo no se puso en práctica hasta 1890, con la publicación por Alfred Marshall de su obra Principios de Economía. Sin embargo, no existe una definición clara de lo que se clasifica como “largo” o “corto”, y depende sobre todo de la perspectiva económica que se adopte. La introducción original de Marshall de la economía a largo y a corto plazo reflejaba el “método del periodo largo”, que era un análisis habitual utilizado por los economistas políticos clásicos. Sin embargo, a principios de la década de 1930, la insatisfacción con varias de las conclusiones de la teoría original de Marshall condujo a métodos de análisis y a la introducción de nociones de equilibrio. Los economistas políticos clásicos, los economistas neoclásicos y los economistas keynesianos tienen interpretaciones y explicaciones ligeramente diferentes sobre cómo se definen y alcanzan los equilibrios a corto y largo plazo y qué factores influyen en ellos. (¿puede dar algunos ejemplos de influencias concretas?) [3].
Economía monopolística
Las estadísticas coyunturales de las empresas, o simplemente estadísticas coyunturales , abreviadas como ECE, son un conjunto de indicadores, normalmente de frecuencia mensual o trimestral, utilizados para seguir de cerca el ciclo económico de una economía (un solo país, la Unión Europea o la zona del euro). Para ser pertinentes, deben reflejar la evolución actual con el menor retraso posible.
Los indicadores CTS son herramientas importantes para formular y supervisar las políticas económicas y monetarias. Son muy solicitados por los responsables políticos (gobiernos nacionales y regionales), la Comisión Europea, los bancos centrales (en particular el Banco Central Europeo), las empresas privadas, las organizaciones profesionales y los mercados financieros.
Los indicadores cubiertos por las estadísticas coyunturales son, por ejemplo, la producción, el volumen de negocios, las horas trabajadas, el número de personas empleadas, los salarios brutos y los precios de producción. Se recogen para los principales sectores de la economía de mercado (industria, construcción, comercio y servicios).
¿Qué es la economía de escala?
En macroeconomía, buscamos comprender dos tipos de equilibrios, uno correspondiente al corto plazo y otro correspondiente al largo plazo. El corto plazo en el análisis macroeconómico es un periodo en el que los salarios y algunos otros precios no responden a los cambios en las condiciones económicas. En determinados mercados, a medida que cambian las condiciones económicas, los precios (incluidos los salarios) pueden no ajustarse con la suficiente rapidez para mantener el equilibrio en estos mercados. Un precio rígido es un precio que tarda en ajustarse a su nivel de equilibrio, creando periodos sostenidos de escasez o excedente. La rigidez de precios y salarios impide que la economía alcance su nivel natural de empleo y su producción potencial. Por el contrario, el largo plazo en el análisis macroeconómico es un periodo en el que los salarios y los precios son flexibles. A largo plazo, el empleo alcanzará su nivel natural y el PIB real su potencial.
Comenzamos con un análisis del equilibrio macroeconómico a largo plazo, porque este tipo de equilibrio nos permite ver la macroeconomía después de que se haya logrado el pleno ajuste del mercado. Por el contrario, a corto plazo, la rigidez de precios o salarios es un obstáculo para el pleno ajuste. Por qué se producen estas desviaciones del nivel potencial de producción y cuáles son sus implicaciones para la macroeconomía se analizarán en la sección dedicada al equilibrio macroeconómico a corto plazo.