Bunga mas
John E. Elliott es catedrático de Economía en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, desde 1956, año en que se doctoró en Economía por la Universidad de Harvard. En ese puesto en la USC, John se ha distinguido no sólo como erudito y escritor prolífico, sino también como profesor sobresaliente. Ha recibido todas las distinciones docentes que la USC puede conceder. Además, John se ha distinguido por su contribución al bienestar del profesorado y al avance de sus esfuerzos por preservar y extender el concepto de libertad académica. John E. Elliott nació en 1931 y los ensayos que componen este Festschrift se han escrito para celebrar su sexagésimo cumpleaños. Los numerosos premios que ha recibido por la alta calidad de su enseñanza, por su creatividad e innovación en la difusión del conocimiento, su historial de libros publicados, artículos aportados a revistas académicas y reseñas de libros, se encuentran en su currículum vitae impreso al final de esta obra.
Tribute中文
El mensaje del opus magnum de Hayek “Constitución de la Libertad” está contenido en los títulos de sus dos primeras partes: “El valor de la libertad” y “La libertad y la ley”. Dos principios caracterizan a una sociedad libre: los límites al poder del Estado y el Estado de Derecho. El principal objetivo de Hayek es que la coacción de unos sobre otros en la sociedad se reduzca en la medida de lo posible. “Este estado lo describiremos en todo momento como un estado de libertad”, dice (p. 11). En su capítulo sobre los orígenes del Estado de Derecho cita a John Locke: “El fin de la ley no es abolir o restringir, sino preservar y ampliar la libertad. Porque en todos los estados de seres creados capaces de leyes, donde no hay ley no hay libertad” (p. 162).
Es evidente que sólo una economía de libre mercado es compatible con una sociedad libre. Sólo en ese marco pueden las personas actuar como individuos libres y contribuir de la mejor manera posible a su propio bienestar y al de los demás. La competencia es un elemento fundamental de la economía de mercado y el motor del progreso de la humanidad.
Suzerainty
Originalmente, el tributo consistía en la entrega de objetos por parte de un grupo más débil a la potencia dominante de una región, algo parecido al “dinero de protección” que la mafia obtiene de las pequeñas empresas tras hacerles ofertas que no pueden rechazar, aunque la forma más antigua de tributo en realidad compraba al grupo más débil cierta protección frente a las fuerzas enemigas. El tributo podía consistir en objetos de valor, ganado o incluso productos agrícolas, y podía incluir el préstamo de guerreros para reforzar el ejército del gobernante. Pero cuando hoy “pagamos tributo”, suele ser en forma de elogio. Y cuando decimos, por ejemplo, que una escuela de éxito “es un tributo” a la visión de su fundador, queremos decir que su éxito es en sí mismo una forma de alabanza a la persona que la fundó. Y una “banda tributo” es un grupo de rock que pretende homenajear a una gran banda del pasado.
View full post on Instagram A principios de esta semana, la trendsetter compartió un cariñoso homenaje por el 29 cumpleaños de su marido Justin Bieber, junto con una serie de dulces fotos íntimas de la pareja juntos.
Homenaje a alguien
Con gran tristeza nos hemos enterado del repentino y prematuro fallecimiento de Ted O’Leary. Con él, hemos perdido a un verdadero erudito y a un hombre muy amable. Nuestros pensamientos están con su esposa Catherine, sus hijas Susan y Jill, y sus parejas.
Ted ayudó a transformar la disciplina de la contabilidad, y lo hizo desde su inusual doble posición, a caballo entre el Atlántico y Europa. Lo consiguió en parte analizándola como una práctica organizativa y social. Pero también lo hizo por el altísimo nivel que imprimió al trabajo de campo. Su asidua atención al detalle dio lugar a una serie de artículos de referencia en revistas tan diversas como Accounting, Organizations and Society, Cultural Values, Journal of Accounting Research, Science in Context y Academy of Management Review.
Ted estudiaba la contabilidad desde dentro y desde fuera. Desde dentro, se interesaba realmente por los directivos y la gestión. Se centraba en cómo funcionaban y se hacían operativas las cosas en el mundo de la gestión, mucho antes de que se pusiera de moda algo llamado “teoría de la práctica”. Sin embargo, como forastero, también estaba lejos de ser meramente descriptivo y esclavo de las categorías y discursos de la práctica. De hecho, prestó una atención meticulosa a cómo la contabilidad interactuaba con otras disciplinas, ya fueran la ingeniería, el diseño organizativo o la microelectrónica, y tenía un agudo sentido de la complejidad organizativa y práctica en contraste con los tropos habituales del conocimiento de la gestión.